Road Trip: Emitiendo desde el gran cañón
¡Saludos rocosos, fieles seguidores!
Ayer hicimos nuestra entrada en Arizona pronto por la mañana y a la puesta de sol conseguimos llegar al mítico Cañón. Pero hablaremos de eso en un ratito, primero hemos de detenernos en el borde de Arizona donde visitamos una reserva india. Imagino que todo el mundo se imagina el mítico grupito de casetitas puntiagudas en forma de conos y señores con plumas en la cabeza.
Bueno, pues una vez fueron expulsados de sus tierras, se les concedieron otras zonas y algo de dinero imagino, porque todos los casinos que hay de Albuquerque a Arizona son de los indios.
Pero los que no son tan pomposos, montan puestitos a lo largo de la carretera, donde venden su artesanía y comida mexicana.
Tras un largo parón, reanudamos la marcha a buen ritmo hacia Flagstaff, que aunque suene a pueblo alemán ( o son cosas mías) es el pueblo que está antes del cañón. Así que allí nos hicimos con provisiones tales como el típico carbón que dice que arde pero que luego te pasas horas quemando y aunque jures que no lo vas a volver a comprar lo haces porque eso es mejor que nada, y una chaqueta para la loca de Teresa que piensa que se puede ir a acampar a unas montañas sin que refresque por la noche.
Pero conseguimos cenar decentemente, asar los marshmallows ( nubes), beber un buen vodka mirando las estrellas, y tolerar a nuestros vecinos del inserso japonés que no paraban de pasar entre nuestra caseta y nuestro fuego.
Esta mañana nos hemos levantado a unos 15 grados, se nota que ya estamos en septiembre... pero es buena señal también, ya que las caminatas son más agradables con el solecito templado.
De momento hicimos un recorrido de viejos alrededor del cañón, pero en un rato almorzamos y nos echamos la mochila a la espalda para bajar un tramo.
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