A menudo, cuando se viaja a un país extranjero, sólo se conoce superficialmente. De rigor son las visitas a sus museos, edificios emblemáticos, parafernalia religiosa y tiendas de souvenirs . Por si fuera poco, la gente se asusta de comer en sitios inhóspitos y termina metiéndose en el primer restaurante de fast - food americano. Pero la mejor manera de conocer un país, es sin duda empaparte de su cultura, vivir con ellos, champurrear su idioma y compartir (muy) largas sobremesas familiares. Es por ello que decidí acompañar a mi pareja a Rusia y Ucrania, donde tiene sus raíces y familiares. Quería ver en directo su ciudad natal, Kharkov (Ucrania), y estar en contacto con todas las personas de las que tanto había oído hablar. Nuestro recorrido de un mes, consistió en Rusia ( Lutkarino , Moscú ) , Ucrania ( Kharkov y Melitopol ) , y vuelta a Moscú . Mi primera impresión de Rusia, fue de asombro por tanta vegetación. No es muy normal para mí ver tanto bosque, al provenir de Gran Ca
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