MZM 2010

Hoy me paso brevemente por este mi espacio, para hacer una breve reseña del evento que más nos emociona a unos cuantos desde hace unos años. La marcha Zombie. Como buena canaria, al vivir en madrid extraño mucho mis carnavales. Y al haber sido universitaria, pasé años sin poder regresar a mi islita a celebrarlos por coincidirme con los exámenes, así que estoy muy contenta de que haya una iniciativa tan original y de calidad en esta ciudad.
La Marcha Zombie es muy poco conocida, pero cada año va ganando adeptos. Organizada por un negocio de maquilladores de efectos especiales y algunos garitos de música electrónica o gótica, entre otros interesados, congregan cada febrero a cientos de jóvenes que originalmente convierten cualquier disfraz en un bonito atuendo mortuario y rabioso, porque los zombies si hay algo que disfrutamos aparte de comer cerebritos es gruñir a los ciudadanos desprevenidos. El recorrido parte de Goya, del árbol zombie, donde son convertidos a zombies unos pocos inocentes, y luego se introduce en el metro y vuelve a surgir en chueca, desde donde se hace un pasacalles que baja Fuencarral, Gran Vía y finaliza algo más abajo de Montera. Nosotros somos fieles adeptos y este año como no podía ser menos, nos curramos nuestros disfraces zombies. Con mucha imaginación, litros de latex líquido y sangre de maquillaje, nos echamos a la calle vestidos de obreros, un clásico español, piropeando sobre lo ricos que estaban los cerebros de los transeúntes o de cómo nos comeríamos el páncreas de otros zombies a cucharadas. Para no perecer en la marcha, regabamos nuestros secos gaznates con nuestra bota de vino zombie :)
Este año llegamos tarde a la toma de los humanos en el árbol Zombie, pero esperamos a la comitiva en Chueca, y se notó mayor asistencia comparado con el año pasado. La gente que no sabía nada del evento, se tomó con humor los sustos y el pasacalles en general estuvo bien organizado, con una carroza con música para bailar, y no pudo faltar entre los temas, Thriller de Michael Jackson. De momento nos retiramos a nuestros refugios a meditar sobre el atuendo del año que viene...