Vuelvo a escribir, que tengo esto abandonado. Estos días hemos estado enseñando Madrid a este hombretón de metro noventa y sesenta kilos de peso, que se alimenta básicamente de pan con mayonesa, sobre el que imprime graciosos circulitos de ketchup. Nació en Transnistria, un lugar en eterna guerra civil con Moldavia, país sobre el que se asienta. http://es.wikipedia.org/wiki/Transnistria Emigró con su madre a Italia, donde ejerce de perito mecánico, mientras se saca el graduado nocturno. Nunca olvida sus raíces eslavas, y no deja de escuchar a todas horas su música, o de hacerse tatuajes conmemorativos de su tierra. No tiene mucho interés por el turismo o la cultura, pero nos acompaña a visitar ciudades y monumentos con la parsimonia de un niño que no puede ir sin sus padres. Luego hemos de sacarle fotos, en las que posa coqueto, para enseñar a su novia y a su madre la cantidad de sitios que ha visitado. Cuando nos encontramos Evgueni, él y yo, nuestras tertulias se convierten en una to